Caminaba muy temprano por la plaza cuando una anciana llena de años, se dirigió hacia mi diciéndome:¿puedes ayudarme? ¿De que manera? le contesté,pues no tengo dinero encima.. Ella sonrió negando con la cabeza y agregó:no se trata de dinero, es algo más importante. Me senté a un costado de ella y la escuche por largo rato, de todo me hablaba, ella todo lo sabía y lo hacia con much autoridad, eso me inquietó bastante.

Le pregunté cual era su nombre, ella sostuvo la mirada y contestó:mi nombre es vida.
Tarde unos segundos en entender que tenía la vida ante mis ojos, frente a frente y por si fuera poco, me hablaba.
Sus historias asustaban mucho, pués me contaba cosas muy fuertes, feas, sucias y algunas a favor, también como para matizar y poco.
Se detuvo en un tema que hoy se presenta, como una oscura y gran epidemia, una enorme dificultad para ella y para todos los que vivimos bajo este cielo, sobre este mundo, pués somos hijos auténticos de él.
¡VIOLENCIA¡Dijo ella;violencia es el tema, violencia es la madrasta, de ésto que no es un cuento, sino una cruel realidad.
Yo la escuchaba, la dejaba expresarse y ella abría el tema de par en par, cada parabra caía sobre mi, como un yunque,
Violencia en el amor,en las calles,violencia, hambre, codicia, soberbia, egos demasiado altos. A veces cambiaba de tema y se consolaba diciendo.no todo es tan malo....
Pero luego volvía al tema e insistía; droga, alcohol, vicios.El tema que más me pego en mi, fue cuando habló de violencia infantil.
Yo pregunté ¿tan mal estamos, que desde la infancia, cometemos tales cosas?
Ella agregó: la infancia si, pero como víctimas, niños abusados, explotados, niños huérfanos en las callles, pequeños angelitos, violados por mentes trnastornadas. Ahí se detuvo, su cara cambió bruscamente. Le ofrecí mi hombro y sobre él lloró por largo rato.
Me susurró al oído:(ya murió el amor) Y no pude evitar las lágrimas, mucho menos responder.
La verdad es un tema delicado y era verdad, no se trataba de dinero, pensé.
Y ahí nos quedamos conversando un rato más, la vida y yo. e intentando descifrar, cosas inexplicables.
Cuando desperté estaba solo en esa plaza, tomé aliento y me dije:tranquilo, solo fue un sueño. solo me he quedado dormido.Pero camino a micasa no dejaba de pensar en lo que había pasado, pues su voz retumbaba en mi cabeza y como un loco comencé a hablar sin poder controlar mi boca, sin detener mi voz, mirando al cielo reclamaba: ¿como puede una madre, quitarle la vida a su hijo?,¿ como puede abusar de su niña?
Angelitos, sin ángel de la guarda, niños sufriendo su mudo silencio, sonrisas forzadas, cuerpos alterado, terror en los ojos, por lo que vendrá, donde irán a parar, donde quedó el respeto hacia los demás, donde quedó el amor de mamá y papá. Se perdió quizás?,  ¿quién sabe dónde? Yo voy por él, yo me animo a rescatarlo a traerlo de nuevo, sólo diganme, dónde está.
¡¡¡HOOOOOO POR Diossssss¡¡¡Por que no paro de llorar.
Niños de tiernas almas, pequeñitos abusados, sus miedosvan detrás de su corazón.
Piénsalo un segundo, no te escondas, no te calles, denuncia lo que ves mal.Amigo, amiga no ocultes tal injusticia, no seas indiferente a este problema, no lo mires desde lejos, si frente a tí está, no esperes el mañana, ya ha pasado tiempo de esperar, tu sabes que mañana tarde será, no hagas como yo.no esperes a que contigo la vida venga a conversar.
AUTOR-HENRY ROSA (Montevideo)